Hoy celebramos el Domingo Mundial de las Misiones, popularmente conocido como Domund. Es el día en que, de un modo especial, rezamos por los misioneros y colaboramos con las misiones. En este año que estamos viviendo del Jubileo de la Esperanza recordamos a todos nuestros misioneros que son cada día testimonio de Esperanza, que están convencidos que se puede cambiar el mundo en las circunstancias más adversas. Nuestra aportación hoy con oración y con apoyo económico es un rayo de esperanza que viaja miles de kilómetros y transforma miles de comunidades en todo el mundo.

El día de hoy es un día de la Iglesia Universal, en el que nos sentirnos todos comprometidos con una misión común que es Evangelizar y ayudar en todas las misiones con la oración, con nuestro sacrificio, hacer que no se sientan solos, es sembrar semillas de Esperanza. Cada uno de nosotros hoy somos misioneros, somos responsables en primera persona de la tarea apostólica y evangelizadora de la Iglesia. El día de hoy es un día de compromiso personal, es un día de toma de conciencia, es un día de ser testigo y misionero de Esperanza, es un día en el que todos podemos participar, es un día en el que nos unimos con el Santo Padre en oración por nuestros misioneros, por aquellos a los que le ponemos cara y por aquellos que no conocemos.

Y así mientras rezamos por nuestros misioneros en cualquier lugar del mundo tenemos el gran reto de ser misioneros de Esperanza en nuestro entorno, en casa, en el instituto, en el trabajo, en nuestras parroquias. ¡Vive en esperanza!