Manuel de Diego Martín
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1 de mayo de 2010
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Hace unos meses, acompañado de una de mis hermanas, muy relacionada en los ámbitos universitarios madrileños, visité el complejo de la Asociación católica de propagandistas del Cardenal Herrera Oria, pudiendo hablar con algunos de los más metidos en la cosa. En aquel tiempo era noticia aquello de los “brotes verdes” de la Ministra. Yo viendo y escuchando me dije para mí mismo: “aquí si que hay esperanza de brotes verdes”.
Este fin de semana pasado se ha celebrado en Albacete las primeras jornadas de esta Asociación con el lema: “la libertad al servicio de la verdad”. Alfredo Dagnino nos habló de una España necesaria en la que el bien común vertebre todo. El albaceteño Javier Galiacho nos ilustró de cómo debe ser la responsabilidad social en las empresas. Y Adolfo Suárez Illana ¿cómo conseguir una España que viva reconciliada? Y llegaron las mesas redondas en la que se debatieron los grandes temas como el respeto a la vida, la bioética, la libertad religiosa, educación para la ciudadanía…
Cuando en nuestra España parece que todo está en crisis: la crisis institucional que parece convertir a los grandes tribunales en castillos de naipes; la crisis económica en que el paro llega a cotas insufribles; la crisis moral y de valores en la que hay tantos irresponsables que como vampiros se enriquecen sin medida; cuando el proyecto educativo de niños y de jóvenes parece estar en alto riesgo, cuando parece que no queda otra que la política del avestruz, o el salir corriendo y sálvese quien pueda.
Los propagandistas católicos, desde una gran formación jurídica, histórica, literaria, científica optan por el compromiso, por bajar al ruedo, por meterse en política o donde haga falta, para salvar todo lo que se pueda. Ellos con su ejemplo nos están diciendo que la política y el compromiso social son realidades muy hermosas. Siento alegría al saber que estas gentes unen su preparación científica a un compromiso de fe. Creen en Jesús de Nazaret y aman a la Iglesia. Unen eso que tanto nos recuerda el Papa, unen la razón, la investigación científica a la fe. Quieren inspirarse en la luz del evangelio, en la luz de Aquel que nos dijo que quien le sigue no andará en tinieblas.