Manuel de Diego Martín
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15 de mayo de 2010
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Hace unos días estuve en Madrid en una Semana de estudios de vida consagrada. Una de las grandes ponencias que escuché versó sobre los medios digitales, las tres célebres pantallas que son el móvil, la tele e Internet. Una religiosa italiana experta en estas materias nos hizo comprender muy a lo vivo cómo estos medios están influyendo y determinando el pensar, sentir, el ser y el vivir de las nuevas generaciones. ¿Cómo evangelizar hoy a los “digital babys”, a estos niños, a estos jóvenes que han nacido y crecido en la era cibernética? ¿Cómo suscitar vocaciones, cómo podremos formar después a estos jóvenes?
Pues bien. Hoy día de la Ascensión, es la Jornada Mundial de los Medios de Comunicación Social, que se presenta con el lema: “El sacerdote y la pastoral en el mundo digital. Los nuevos medios al servicio de la Palabra”. Este año, puesto que estamos celebrando el jubileo sacerdotal, el Papa ha dedicado su Mensaje para hablar a los sacerdotes de cómo debemos emplear los medios digitales al servicio de la evangelización. Con toda lógica nos recuerda el Papa, que si la tarea principal del sacerdote es la evangelización, deberá utilizar con toda responsabilidad todos aquellos medios que más le ayuden a llevar adelante esta tarea. Así pues además de su formación espiritual y teológica, deberá prepararse también en la utilización de estos medios en su tarea evangelizadora.
Los medios digitales se nos presentan hoy como un tremendo reto. Estos medios pueden servir para lo mejor, pero también para lo peor. Para el bien y para el mal. Hubo tiempos en España que cuando alguno quería ver algo fuera de tono, no tenía más remedio que peregrinar a Perpiñán que estaba más cerca, o irse hasta París. Ahora cualquiera tiene todo lo que quiera al alcance de la mano, aquí y ahora. No hace falta más que apretar un botón, y ya. ¡Qué responsabilidad tienen los padres que quieran educar bien a sus hijos para que sepan utilizar bien estos medios! Estos medios sirven también para lo mejor. Nos recuerda el Papa que son como un nuevo areópago en que nos podemos acercar a todas las culturas, a todos los hombres. El otro día en la misa recordábamos el discurso de Pablo en el Areópago de Atenas. ¿Qué no hubiera hecho este hombre si en sus tiempos hubiese dispuesto estos medios?
Estos medios nos sirven para lo mejor, puesto que nos ayudan a llevar el evangelio a las gentes; estos medios ayudan a muchos a encontrar razones para vivir y esperar; estos medios crean redes de convivencia fraterna en todo el ancho mundo.
Que esta Jornada de los Medios nos ayude a todos a tomar conciencia del regalo del cielo que supone el tenerlos al alcance de la mano si somos capaces de utilizarlo siempre y sólo para el bien.