Manuel de Diego Martín
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17 de mayo de 2014
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El pasado 12 de mayo hizo cuatrocientos años en que fue fundado el Monasterio de S. Juan Penitente de las Hermanas Clarisas. Con este motivo se celebró el pasado domingo una solemne Eucaristía presidida por el Sr. Obispo y concelebrada por un grupo de sacerdotes, con la asistencia de religiosas Clarisas venidas de diferentes monasterios de la Federación. También les acompañaron las Carmelitas Descazas del pueblo y otras religiosas de vida activa. Las autoridades también se hicieron presentes. La Iglesia estaba llena de fieles fervorosos seguidores del espíritu de Santa Clara. Al final obispo y alcalde descubrieron una placa para recordar este hecho
El Monasterio fue fundado por un Regidor del pueblo. Llegaron al nuevo monasterio tres Clarisas de Alcazar de S. Juan a las que se unieron dos hijas del matrimonio fundador. Enseguida empezaron a llegar jóvenes de Villarrobledo y de los lugares que fueron poblando el monasterio. La primera novicia, sor María de S. Antonio, que llegó a ser abadesa, murió con una gran fama de santidad y hoy es honrada como venerable. Pero no fue ella sola, sino que en el correr del tiempo debió ser tal la fama de religiosas santas en este monasterio que en el siglo XVIII se lee en una crónica “El Altísimo ha echado una gran bendición sobre este pueblo de Villarrobledo…”.
Así pues la celebración fue un momento grande y emotivo para dar gracias a Dios por tantos bienes recibidos en este monasterio a través de los siglos. La vida contemplativa, nos recordaba en Sr. Obispo en la homilía, es un tesoro para la Iglesia y este pueblo a través de los siglos lo está disfrutando. Qué suerte tener almas entregadas en el silencio a la oración, al trabajo y hacer de su vida una ofrenda para todos. La falta de juventud de nuestras hermanas de hoy nos hacen temer por el futuro de nuestros monasterios al ver que no hay muchachas hoy dispuestas a recoger el relevo. Seguimos pidiendo a Dios que no falten vocaciones, chicas jóvenes que descubran la belleza de la vida contemplativa y del bien que hacen a la Iglesia.
Villarrobledo tal vez suena hoy más por su conocido festival “Viñarock” que reúne a tantos miles de jóvenes. Nos parece muy bien si el reunirse es para cantar y hacer un mundo más fraterno. Nos parece muy mal, si como ha sucedido en el último festival, se aprovecha para cantar canciones blasfemas contra Dios. La historia de Villarrobledo ha sido alabar el santo nombre de Dios, no en vano tiene tres monasterios de clausura. No cambiemos la historia.
El evangelio de hoy nos dice Jesús que es el Camino, la Verdad y la Vida. Santa Clara repetía muchas veces esta frase: “El Hijo de Dios se ha hecho para nosotros camino”. Que en Villarrobledo sigan muchos años las Hijas de Santa Clara para recordarnos cuál es el verdadero camino.