Manuel de Diego Martín

|

27 de mayo de 2006

|

139

Visitas: 139

Alguien de mis parroquianos se extrañaba un poco de que anunciásemos tanto e invitásemos a la gente a participar en las fiestas de la Virgen de los Llanos en Albacete con motivo de los cincuenta años de su Coronación. El año pasado celebramos las mismas fiestas en Hellín con nuestra patrona del Rosario, y no pretendimos que toda la provincia se movilizase para tal evento…

Pero aquí se trata de otra cosa. La Virgen de los Llanos, además de ser la patrona de la ciudad de Albacete desde tiempos inmemoriales, se convirtió en patrona de la Diócesis de Albacete cuando ésta fue creada. Así pues vemos cómo la diócesis tiene un santo patrón, precisamente un manchego, San Juan de Ávila, y como patrona tiene a la Virgen de los Llanos.

Así pues hoy estamos todos de fiesta. En el Parque de Albacete se celebra esta mañana una multitudinaria Eucaristía, concelebrada por un centenar de sacerdotes, media docena de obispos, un cardenal, el de Toledo y el Nuncio de su Santidad. Todo un acontecimiento para dar gracias al cielo, por tener como intercesora a tan buena Madre, la Virgen María de los Llanos. Con esta celebración se clausuran todos los actos dedicados a la Patrona a lo largo del año, que han sido muchos y creemos llenos de frutos.

De todo esto ¿qué va a quedar? Pues al menos el reconocimiento agradecido a la Madre del cielo por estos cincuenta años de vida de nuestra joven Diócesis. Vamos a seguir pidiendo a la Virgen que como buena Madre siga velando por la fe de nuestro pueblo. El tema que más nos preocupa y ocupa es qué hacer para que la fe siga viva en nuestras tierras manchegas, para que no nos quedemos como en la bodas de Caná sin vino, sin el vino de la fe.

Constatamos la terrible realidad de esa arterioesclerosis creciente en nuestras familias en las que la sangre de la fe no se trasmite por todos sus miembros. Pedimos a la Virgen que ella sea como ese buen sintrón que facilita que la fe se transmita de unos a otros, para que a través de los tiempos y a lo largo y ancho de los pueblos de la provincia la fe y el amor a Jesús sigan estando vivos.

El Encuentro Internacional de las familias que se celebrará en Valencia en el mes de julio y que presidirá el Papa Benedicto, tendrá como tema esta preocupación, la transmisión de la fe en las familias. Ponemos en las manos de la Virgen de los Llanos esta intención que preocupa tanto a la Iglesia universal, y especialmente a las tierras de la vieja cristiandad en las que el colesterol de la incredulidad está haciendo tanto daño.