Manuel de Diego Martín
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3 de marzo de 2012
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Hacía tiempo que no veía por la misa dominical a un amigo alemán que trabaja como piloto en la Base y que está casado con una colombiana. Por fin, el otro día lo saludé al acabar la Eucaristía. Me comentó que habían estado de vacaciones en Colombia y lo primero que le salió del alma fue decirme: “Allí sí que hay fe”. Me alegró que viniera impresionado por este hecho alguien que ve con pena cómo en nuestra vieja Europa la fe se va agostando como nuestros campos ahora por la falta de lluvia.
Hoy celebramos el “día de Hispanoamérica” con el lema: “comprometidos con América en la nueva evangelización”. Es hoy un día para dar gracias al cielo por la obra evangelizadora que comenzó España en aquellas tierras hace cinco siglos y que hoy sigue colaborando con todas sus fuerzas. En la actualidad unos 354 sacerdotes españoles están allá, de los cuales ocho son de la diócesis de Albacete. Un 80 % de la población hispanoamericana es católica. Y podemos decir que la esperanza del mejor futuro de la Iglesia católica la encontramos en este continente, tan lleno de fe y de vida cristiana, como constató el papa Benedicto en la Conferencia de Obispos de Aparecida.
Es también para nosotros un día de acción de gracias por este grupo de sacerdotes hispanoamericanos que han venido a colaborar codo a codo con el presbiterio diocesano en la atención de nuestras parroquias. Así vemos cómo amor con amor se paga. Los españoles fueron allá, ellos vienen a echarnos una mano en estas horas difíciles.
El Mensaje que el cardenal Welet, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, ha enviado para la celebración de esta jornada, nos hace comprender cómo debemos estar unidos todos para llevar adelante la nueva evangelización. Nos recuerda cómo la secularización, las nuevas ideologías contrarias al cristianismo y la hostilidad en ciertos sectores hacia la Iglesia católica también están proliferando por allá como por acá. Hay que unir esfuerzos y voluntades para llevar adelante nuevas formas evangelizadoras. También nos recuerda el cardenal con qué cariño debemos acoger a todas aquellas familias hispanas que vienen buscando entre nosotros una mejor vida para que puedan seguir manteniendo su fe.
Que esta jornada nos ayude a crecer a todos en fidelidad al evangelio para que mi amigo pueda decir un día. “allí si que hay fe, y aquí también”.