El pasado martes se celebraba el día Internacional de los derechos humanos. Creo que fue una jornada que a muchos se nos pasó casi sin pena ni gloria, pues son tantas las que se nos proponen que esta llega a ser una más. Pero esta jornada es tan importante, afecta tanto al ser del hombre, que no podemos quedarnos indiferentes ante ella.

Quiero hacerme eco de algunos acontecimientos de esta semana, que nos invitan a defender los derechos humanos. En primer lugar nos ha llegado la noticia de que el Tribunal Supremo de Derechos Humanos Europeo ha declarado que el aborto no es un derecho de la mujer. El derecho a la vida es el primer derecho de todos. Es bueno que lo oigan nuestras mujeres abortistas

Quiero recordar también al Papa encabezando el otro día la Campaña Internacional de Cáritas contra el hambre. El Santo Padre nos invitaba a todos a concienciarnos sobre este tema, hasta que consigamos que un rugido a nivel planetario nos haga entender que las cosas no pueden seguir así, no podemos permitir que millones mueran de hambre, cuando es posible evitarlo. Poder comer es un derecho de todo nacido y se puede conseguir que así sea.

También la muerte de Nelson Mandela es una llamada a despertar nuestras conciencias para que todos nos comprometamos a luchar por los derechos humanos. El recuerdo de este gran hombre nos tiene que estimular a todos a convertirnos en hombres de bien, en ciudadanos del mundo. 

En esta línea de luchar por los derechos humanos, me entero de que la Concejalía de Acción Social que ahora preside Llanos Navarro ha puesto en marcha un plan de sensibilización en los Institutos de la Ciudad para que a través de canciones y debates escolares, los chicos comprendan cómo ellos pueden convertirse en ciudadanos de bien que luchan por los derechos humanos.

Todo lo que hagamos a favor de la humanidad para que  haya más justicia y paz es la mejor manera de preparar la Navidad.