+ Mons. D. Ángel Fernández Collado
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11 de marzo de 2022
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Año Jubilar de Ntra. Sra. la Virgen de Cortes
Santuario de la Virgen de Cortes-Alcaraz, 12 de marzo de 2022
Un saludo muy cordial a todos los que asistís a esta celebración de la Eucaristía en este año jubilar junto a Ntra. Sra. la Virgen de Cortes, y, especialmente, a los Catequistas de nuestra diócesis de Albacete.
Vosotros sois personas vocacionadas, es decir, llamadas y elegidas por Dios para realizar una gran misión en su Iglesia y en este mundo que nos ha tocado vivir: evangelizar, dar a conocer a Jesucristo y sus enseñanzas, y ayudar a vivir la fe cristiana como colaboradores especiales del Señor en su Iglesia; sois testigos del amor de Dios por vuestra manera de pensar, de transmitir y de vivir cristianamente las enseñanzas de Jesús en el Evangelio, comprometidos en la tarea de formar y capacitar a aquellos a quienes ayudáis a crecer como personas cristianas, como hijos de Dios, salvados y redimidos por Jesucristo con la entrega de su vida en la Cruz. Sois acompañantes en nombre de la Iglesia y continuáis formándoos para crecimiento personal y mejor servicio a los demás. Gracias queridos catequistas por vuestra vocación y misión realizada con tanta generosidad y eficacia.
Recordamos en esta celebración de manera especial a Santa María, Nuestra Señora, la Virgen de Cortes, como el mejor modelo a imitar, como una buena y excelente catequista. Ella supo ayudar, como madre y excelente catequista, a su Hijo, Jesús, acompañándole en muchos momentos. Por ello, en la Boda de Caná le dice a Jesús: “Hijo, no tienen vino”; les faltaba un elemento importante, el vino, lo cual causaría tristeza en los novios en el convite de su Boda. Y María, con espontaneidad y segura de que podía conseguir lo que se necesitaba, les dice a los criados: “Haced lo que Él os diga”. Y Jesús les dice a ellos: “Llenad esas tinajas de agua”. Y se produjo el milagro: el agua dio paso a un buen vino y a un ambiente de alegría. Y, además, creció la fe de los discípulos de Jesús.
Como miembros necesarios y activos en la Iglesia, sois conscientes de que formáis parte de una Iglesia misionera y evangelizadora. Sois apóstoles por vuestra misión, respaldada por el ejemplo de vuestras vidas, de vivir y dar a conocer las enseñanzas de Jesucristo; sois apóstoles por mostrar vuestro amor y adhesión a su persona y enseñanzas y por vuestro vivir como cristianos comprometidos. Vosotros sentís también la necesidad de transmitir a aquellos a quienes tenéis en catequesis que Cristo resucitó, venciendo a la muerte y al pecado, que nos ama intensamente, que está vivo y muy cerca de nosotros y de nuestras vidas y actividades.
Para vosotros, lo más importante, además de la catequesis, es dar testimonio de lo que habéis conocido, vivido y experimentado como cristianos comprometidos y apóstoles del Evangelio. Recordad que lo que enseñáis no son teorías humanas, sino hechos salvíficos, de muchos de los cuales sois testigos porque los habéis vivido y experimentado en vuestra vida.
Sed agradecidos siempre a la llamada y elección que habéis recibido del Señor; mirar continuamente a la Virgen María como modelo de buena formadora cristiana y catequista; sois formadores de cristianos, sois catequistas, amigos de Jesucristo, y colaboradores especiales de Dios. Que Él y su madre santísima os bendigan, ayuden y protejan.
Ángel Fernández Collado
Obispo de Albacete