Manuel de Diego Martín

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10 de noviembre de 2007

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En estos momentos estamos preparando el día de la Iglesia Diocesana, que lleva como lema: “Queda tanto por hacer, participa”. Así pues, esta jornada tiene como objetivo hacernos tomar conciencia de que somos Iglesia todos los que estamos bautizados, de que formamos la familia de los hijos de Dios, y puesto que somos responsables de nuestra familia, no nos queda otra que arrimar el hombro en todo lo que podamos y nos necesite.

En esta semana leíamos en la misa lo que dice S. Pablo en su Carta a los Romanos. Nos recuerda que todos formamos la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. En ella Jesús es la cabeza y nosotros los miembros. Así pues todos los miembros de este cuerpo están llamados a contribuir al bien común, aportando cada quien los dones que haya recibido para ello. Y todo esto hay que hacerlo desde el amor, la pasión, con todo coraje y constancia, para que la Iglesia viva.

¿Qué podemos hacer nosotros para que nuestra Iglesia Diocesana sea viva? ¿Qué podemos hacer para que muchos de sus miembros de simples consumidores pasen a parte activa? ¿Qué podemos hacer para que los cristianos ocasionales lleguen a tener su corazón abierto las 24 horas del día? ¿Qué podemos hacer para que las asambleas dominicales llenen nuestros templos los domingos, y no tengamos que cerrar iglesias por falta de clientela? ¿Qué podemos hacer para que nuestros jóvenes llenen el seminario, surjan vocaciones para la vida religiosa y misionera; los movimientos apostólicos se llenen de gente dispuesta a formarse y sean capaces de dejarse su piel para cambiar la dolorosa piel que a veces recubre nuestra tierra? ¿Qué podemos hacer…?

El otro día en Roma, de rodillas, ante la tumba de nuestro primer obispo, fundador de la Diócesis de Albacete, D. Arturo Tabera, recé y pedí su intercesión ante el cielo, para que nuestra diócesis sea tal como él la soñó, sea como Jesús la quiere, una Iglesia viva para dar vida al mundo. ¡Queda tanto por hace! Pues si hay tanto por hacer, nadie puede quedarse sin hacer nada. Necesitamos la participación y la ayuda de todos.