Manuel de Diego Martín

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21 de mayo de 2016

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Hoy celebramos la fiesta de la Sma. Trinidad.  La Iglesia ha declarado  este domingo como  el “Día Pro Orantibus” ,  una jornada especial en la que se nos invita  a orar por todos aquellos consagrados que tomaron como tarea primordial en su vida precisamente el orar por nosotros.

El lema de este año para  la jornada es: “Contemplad el Rostro de la Misericordia”  No se podía encontrar otro mejor para  estar en sintonía con el año Jubilar  de la Misericordia  que el Papa nos ha regalado. El Papa Francisco nos invita especialmente este año a contemplar en  Jesús el Rostro visible de la Misericordia de Dios.  La llamada es doble, por una parte nos invita a contemplar, pero tenemos que ir más allá, tenemos que  contemplar para poder transformar   nuestros corazones y se vuelvan misericordiosos. La finalidad última es que nosotros seamos también misericordiosos como el Padre. Nos dice el Papa textualmente: “Siempre tenemos  necesidad de contemplar el misterio de la Misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Misericordia es la Palabra que mejor  revela el misterio de la Sma. Trinidad” (MV.n.2)

Nuestros Monasterios de  Clausura tienen como misión especial  contemplar el Rostro Misericordioso de Dios y animarnos a todos a levantar nuestra mirada hacia Él. Lo peor que puede pasarnos en la vida es que darnos sin Dios, porque en ese momento nos quedamos en la oscuridad total que nos lleva a los mayores tropiezos. En cambio,  lo mejor que puede sucedernos  es encontrarnos con El  y veremos cómo en nuestras vidas comienza algo nuevo cargado de luz y de esperanza.

En la Diócesis de Albacete tenemos siete Monasterios de Clausura. Tres en Villarrobledo: Clarisas, Carmelitas Descalzas y las Cistercienses Bernardas; otro  en Hellín, las Clarisas; otro en Alcaraz, las Franciscanas de la TOR;  otro en Caudete, las Carmelitas de la Antigua Observancia y las Carmelitas Descalzas en la ciudad de Albacete.  Demos gracias al Cielo, ya que con su presencia nos están gritando que para purificar la atmósfera que nos envuelve de aires viciados  como son los materialismos, agnosticismos y la búsqueda exacerbada  de  los bienes particulares, que hacen poco menos que imposible una sana convivencia como estamos viendo cada día,  hay que levantar la mirada hacia el Dios misericordioso  para ir llenando nuestros corazones de misericordia. De esta manera conseguiremos unas estructuras sociales más fraternas y no viviremos   como lobos a dentelladas los unos contra los otros. 

En C/ Feria de Albacete se encuentra  una clínica dental con el nombre  “Dentistas con corazón”. Esto  es lo que necesitamos: mucha gente, mucha gente  con corazón como dice la canción “Viva la Gente”  para que nuestro ecosistema humano no se deteriore. Los Monasterios nos ofrecen el  aire más puro para ello.