+ Mons. D. Ciriaco Benavente Mateos
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20 de octubre de 2018
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Vuelve el Domund, y vuelve con su habitual brillo y sus imágenes siempre sugerentes: rostros de misioneros, rostros de africanos o asiáticos venidos a la fe, rostros de religiosas empeñadas en admirables obras sociales a favor de la infancia, de la promoción de la mujer, de la salud o la educación, y rostros cada vez más numerosos de misioneros y misioneras jóvenes procedentes del mundo laical cristiano.
Hoy 21 de octubre, mes misionero por excelencia, es una ocasión propicia para recordar el mandato misionero de Jesús: Todo cristiano ha de sentirse heredero de esta misión y de este encargo. Empecemos a preparar así el Mes Misionero Extraordinario que el papa Francisco ha convocado para octubre de 2019.
Este año, coincidiendo con la Asamblea Sinodal –“Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”-, el papa Francisco, en su mensaje para el Domund, a la vez que dialoga con los jóvenes sobre la misión que el Señor les ha confiado, nos habla a todos los cristianos. Lo hace con la certeza de que la fe cristiana, nuestra fe, se rejuvenece cuando se abre a la misión. Recordemos, pues, con los jóvenes, algunas de las preciosas enseñanzas del Papa:
Revisando las cifras de nuestra contribución a las misiones, he observado un descenso significativo en algunas colectas, explicable quizá por la reciente crisis económica. Os invito, pues, a los diocesanos a seguir orando por las misiones y a redoblar nuestra generosidad.