Manuel de Diego Martín

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25 de abril de 2015

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Hoy es el domingo del Buen Pastor y bajo la mirada de este Buen Pastor se celebra la 52ª Jornada Mundial de Oración por las vocaciones para que en la Iglesia, como nos dice el Papa Francisco en el Mensaje de este año, surjan ardientes pastores entre los sacerdotes, consagrados y laicos, que entreguen su vida para cuidar del Pueblo Santo de Dios. Orar por las vocaciones es lo mismo que pedir que todos los bautizados encuentren el mejor camino para conseguir esa plenitud de vida que el Señor quiere darnos. 

En estos tiempos recibimos mensajes que nos indican lo difícil que es encontrar este camino. Por ejemplo, un estudio sociológico nos dice que España es el sexto país del mundo en que más abundan ateos y agnósticos. Si mucha gente deja a Dios a un lado, muy difícil va a ser que puedan encontrar su camino.

Otra encuesta nos dice que los españoles estamos en Europa a la cabeza y, con bastante diferencia de la media, en el fracaso escolar. Si nuestros chavales no son capaces de seguir un camino de formación, lo más fácil es que en la vida se queden sin camino. ¿Qué hacer con esos chicos que dicen que se apuntan al yihadismo? ¿Qué camino pretenden seguir? Ciertamente no el de Dios.

Y lo que colma el vaso y nos llena de tristeza es lo vivido en Barcelona por ese chaval que mata a un profesor y pudiera haber hecho una carnicería si no lo hubieran reducido. Los psiquiatras lo explican como consecuencia de un brote psicótico que altera la personalidad para llevar a un individuo a hacer cualquier locura. Pero ¿por qué le dio por matar y no hacer otras locuras más llevaderas? Ahora encuentran en su cuarto, videos, juegos, armas, eslóganes que invitan a matar. ¿Los padres no vieron nada para comprender que aquello era un campo de cultivo para llegar a las mayores barbaridades? Todas estas cosas son indicios de lo difícil que es hoy ayudar a niños y jóvenes a descubrir su vocación.

Hoy vamos a rezar para que los niños y jóvenes cristianos, y también todos los demás, encuentren su vocación verdadera. El lema de este año es: “Qué bueno caminar contigo”. ¿Qué hacer para despertar en los niños y jóvenes grandes proyectos e ideales? El Papa nos lo recuerda y nos dice: “Ser capaces de dejarse abrazar y conducir por Jesús, Buen Pastor, intentando gastar nuestra vida  por el Reino de Dios”.

Esto es lo que nos enseñaron de niños en las Catequesis, en el Seminario, en las Casas de Formación religiosa y qué buenos frutos se consiguieron. Que hoy siga adelante esta buena siembra y el Señor se cuidará de hacerla fructificar.