Manuel de Diego Martín
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16 de octubre de 2010
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El fin de la semana pasada se celebró en la diócesis de Albacete el Cursillo de Cristiandad n.1 de la nueva etapa. Tuve la suerte de participar en dicho cursillo. En la clausura dijo el Vicario General D. Luis Marín que en la primera etapa habían hecho los cursillos más de seis mil hombres de nuestra diócesis. En nuestras parroquias quedan muchos de esos hombres, llenos de años, pero también de fe, de esa fe viva en Jesucristo que descubrieron un día y que marcó toda su vida hasta hoy.
Pidamos al cielo que la etapa recién estrenada celebre muchos cursillos para que hombres, mujeres y jóvenes (ahora todos caben en el mismo cursillo) tengan la oportunidad de hacerlos y puedan descubrir vivencialmente al Señor Jesús que es salvación para nuestras vidas.
¿Qué es un cursillo? Es una experiencia de fe. Es un hacer parón en la vida, retirarse tres días en una Casa de Oración y a través de charlas, de comunicaciones entre hermanos, de poner en común experiencias de vida en un ambiente de fraternidad y celebraciones litúrgicas, uno va descubriendo qué significa tener fe en Jesús. Y muchos terminan diciendo: “es verdad, es verdad, que un encuentro de fe puede iluminar y salvar mí vida”
El próximo domingo es el día del Domund. Este año se presenta la campaña con el eslogan “Queremos ver a Jesús” Es un frase del evangelio que recoge aquel episodio en que unos extranjeros se acercaron a los discípulos para mostrarles ese deseo. Y estos los llevaron a Jesús. Así pues esta expresión tiene su traducción, puesto que muchos quieren ver a Jesús, tu tienes que intentar llevarlos a él. La segunda parte del eslogan es “haz ver a Jesús” Y el envío no es solamente a los pueblos lejanos, allá donde no lo conocen, sino también a la gente que convive entre nosotros y casi dejaron de conocerlo. Esto pretenden los Cursillos, y a veces de qué manera más eficaz. Acércate a una clausura de Cursillos y lo comprobarás.