El pasado jueves se celebró el día de la erradicación de la pobreza. Hoy celebramos el Domund, es decir, el domingo mundial de las misiones. Dos jornadas diferentes, pero que llevan en su entraña una preocupación muy semejante.

El jueves pasado Caritas nos invitó y el Sr. Obispo hizo altavoz de ello en una carta, a intentar tomar conciencia de que los Objetivos del Milenio para erradicar la pobreza no se están cumpliendo. Cada día hay más millones de pobres, cada día las diferencias entre ricos y pobres son más abismales. Hasta se nos invitó a hacer un toque de campanas para que no nos acostumbremos a este desorden mundial. El Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia que de él dimana nos dicen que hay otro orden mundial posible.

Hoy celebramos el Domingo Mundial de las Misiones con el lema: “Fe+Caridad=Misión”. Naturalmente, la misión de la que nos habla el Domund no se entiende sino es desde la fe y la fe no se entiende sino es desde la caridad y la justicia. Es por tanto un binomio cargado de sentido y rigor matemático.

En la campaña del Domund, al hablar a los niños de catequesis del tema y preguntarles ¿Qué significa para vosotros esto del Domund? Enseguida te responden casi todos, que el Domund es ayudar a los niños pobres. Al final llegas a hacerles comprender que es ante todo anunciar a Jesús a todas las gentes. Después viene todo lo demás.

Efectivamente, el anuncio de Jesús, lleva a la fe. Y la fe lleva a la caridad y la caridad se traduce en justicia para el mundo. El Domund del Año de la Fe y de la nueva evangelización, nos está invitando a que anunciemos a Jesús. Y desde la conversión a Jesús surgirán nuevas fuerzas para que la creación camine hacia la plenitud de Dios, tal como dice “Lumen Fidei”. En un tiempo, muchos creían que cuanta menos fe hubiera más justicia y libertad. Hoy estamos convencidos de lo contrario, cuanta más fe haya en Jesús de Nazaret, más esperanza habrá para el mundo. Esto es lo que proclama el Domund de este año.