Francisco San José Palomar

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7 de abril de 2024

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En eso consiste “tener fe”.

“Dichosos los que crean sin haber visto” dice Jesucristo tras la experiencia de terca incredulidad manifestada por el apóstol santo Tomás: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo”.

La figura del apóstol santo Tomás refleja una mentalidad muy común en la sociedad y en la propia Iglesia.

No siempre es fácil creer, aunque te lo digan unos amigos a los que aprecias. Además, hay personas que necesitan “tocar”, experimentar y así lo reclaman.

La fe es una muestra de confianza en la palabra del otro. Tu no has presenciado lo que el otro te cuenta, pero asientes a lo que te está contando.

Por otra parte, los seres humanos somos débiles y falibles de ahí que usemos con cierto realismo “cautelas” ante cualquier prójimo con el que entramos en relación.

Con frecuencia se oye decir: “Es que no nos fiamos los unos de los otros”. Y evidentemente, así no es posible ser positivos y juntar los brazos para construir algo común beneficioso para todos

La fe confianza está en la base de la “convivencia humana”. Allí donde falla la confianza es imposible construir algo positivo.

“Todo ser es digno de confianza” sería un punto de partida honesto y beneficioso para todos.

A eso nos invita Jesucristo, cuando ante la incredulidad de santo Tomás, exclama ¡Dichosos los que crean sin haber visto!

Sólo nos queda, a raíz de este pasaje, invocar al Señor: ¡Aumenta nuestra fe!

Francisco San José Palomar

Sacerdote Diocesano