Hace un mes estuvo en los cines de Albacete, la película “la última cima” de José Manuel Cotelo que recogía el testimonio admirable de la vida de un joven sacerdote madrileño, Pablo Domínguez, que encontró la muerte intentando escalar las cumbres del Moncayo.

Como el director reconocía en la presentación de la película, fue para él todo un reto hacer un largo-metraje para hablar bien de un cura. ¿Podría tener acaso éxito? Al final se ha visto que sí. Pues la lógica humana llevaba a pensar que si se trataba de sacar trapos sucios de los curas, el éxito estaba más que asegurado.

El otro día en un curso de verano en Ávila, tuvimos la suerte de compartir más de dos horas de diálogo con este director. ¡Qué gozada era oír hablar a este muchacho de lo humano y lo divino, más bien de lo divino! Según le oía hablar me vino a la mente aquello de Aristóteles que decía que cuando los hombres empezaron a admirarse sobre los misterios del mundo y hacerse preguntas, entonces nació la filosofía.

Pues bien, en Cotelo veía a un hombre que ha empezado a admirarse, a sobrecogerse por el misterio de Dios que ha cambiado su vida profesional, pudiéramos decir ha cambiado toda su vida. Como él nos decía, si uno cree de verdad la verdad de que todo un Dios se ha hecho hombre y que está presente en el pueblecito más olvidado y pequeño en un cofre, ¿cómo no contarlo a los demás como la noticia más grande y sobrecogedora que pueda caber en los rotativos? Desde esta admiración y compromiso por contar todo esto, ha nacido la productora “Infinito+1”. Un grupo de personas echando su tiempo, su dinero y sus deudas, han creado esta fundación para a cercar a los hombres al misterio de Dios.

Con mucho humor nos presentaba el decálogo que debe regir esta empresa. Tiene que hacer un cine que no aburra, que tenga calidad, y aunque no de dinero, que hable ante todo y sobre todo de Dios a los hombres. Puesto que estábamos en Ávila hizo alusión al “sólo Dios basta” de Santa Teresa.

Esperamos que el joven director pueda ver realizados sus sueños y objetivos para responder así a tanta gente que tiene nostalgia y necesidad del Dios vivo para vivir.