Las Bienaventuranzas son la médula del mensaje de Jesús y de su propia existencia. Dichosos seremos si las tenemos en cuenta en nuestra vida personal. 

Los pobres, los humildes de espíritu, entran de lleno en el Reino de Dios. 

Los mansos, los no violentos tienen la fuerza conquistadora de atraer a multitudes. Un ejemplo de nuestra historia reciente lo constituye Gandhi.

A cuantos lloran por el hijo sin trabajo, por la enfermedad que me consume, por la lejanía de la patria, por la migración forzosa – tal es el caso de muchos nicaragüenses hoy –Dios Padre les proporciona situaciones y compañía consoladoras. 

La misericordia es la entraña que mejor refleja a Dios como “Padre”. Jesús nos regaló la más maravillosa de sus parábolas, la del hijo pródigo que regresa a casa. Y el papa Francisco proclamó en su pontificado un “Año de la Misericordia”.

La limpieza de corazón es la buena fe, la limpia mirada a todo hombre y mujer, la buena intención en cada una de las acciones que realiza. En nuestra actual situación de 2023 hacen falta personas así que alivien la pugna política y la maldita guerra que asola UCRANIA.

Y a los que padecen persecución por ser justos la bienaventuranza de Jesús no puede ser más consoladora: de ellos es el Reino de los cielos. 

Si quieres ser feliz y anhelas un mundo mejor ¡Apúntate a vivir las Bienaventuranzas de Jesús!

Francisco San José Palomor
Sacerdote Diocesano