Manuel de Diego Martín
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4 de noviembre de 2006
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Dice un refrán que agua que no has de beber déjala correr. Pidiéramos añadir, agua que no necesitas gastar, déjala pasar.
En estos días ha sido actualidad dos noticias sobre el agua. En primer lugar el anuncio de la ministra Narbona que dice se van a penalizar a todos aquellos que gasten más de 60 litros. Es cierto que el agua es un bien escaso y por eso hay que usarlo bien. Pero no se puede llegar a un irracional racionamiento que nos recuerde aquellos malos tiempos. La comida también es un bien escaso y por eso desde niños nos educaban a que el pan no se podía tirar. Y si por casualidad se te caía al suelo un trocito, enseguida los mayores te invitaban a recogerlo dándole un beso puesto que era pan bendito. Esto mismo hay que hacer con el agua, que también es bendita, puesto que es tan necesaria para la vida. Por tanto hay que usarla bien. Pero no se puede llegar a esas normas tan estrictas en que los que tienen pasta pueden tirar del grifo a su gusto, tengan sus jardines, sus piscinas privadas, y a los pobres les de hasta miedo el lavarse la cara. Puede ser que haya familias humildes que tengan niños, ancianos o enfermos en su casa, que necesiten agua en abundancia y tengan que vivir esta situación como una zozobra. El agua, el aire deben correr libres para todos, pero, eso sí, todos deben usar responsablemente el agua.
La otra noticia es que en nuestra región, Castilla la Mancha, socialistas y populares han llegado a un acuerdo con el Estatuto. Y en el mismo se ha firmado ya el acta de defunción a fecha fija del trasvase Tajo-Segura. Esto es tan inaudito como ocurriera con un médico que firmase el acta de muerte de un paciente a años vista de que tal cosa suceda. ¿Quién puede controlar el futuro? En un mañana próximo pueden volver las lluvias, o los grandes nevazos en las altas montañas. Y puede darse el caso de que regiones tengan agua hasta dejarlo de sobra, y otras anden en carestía.¿ Por qué cerrar a priori totalmente los grifos?. Habrá que esperar a ver tiempos, lugares, posibilidades, en una palabra, todas las circunstancias que pueda depararnos un futuro a años vista.
De ahí la necesidad perentoria de un consejo de sabios, con una justa imparcialidad y que sean ellos los que vean las cosas en concreto y determinen planes hidrográficos a nivel nacional, teniendo siempre en cuenta el conjunto de la Nación y el bien común de todos . De otra manera estaremos sujetos a los cambios de intereses de los políticos de turno, y esto no puede ser. Por otra parte me cuesta creer que los manchegos también estemos jugando a nacionalistas puros y duros como los catalanes, para llegar a decir, aquí de trasvases nada Así pues estoy un poco perdido con el tema del agua, y espero a que me vayan dando razones más profundas y más justas de la utilización más razonable del agua.