Mª Ángeles Zafrilla

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29 de diciembre de 2024

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Hoy es un día grande en el que se nos acumulan las celebraciones. Hoy se realizará el Rito de Apertura del Año Jubilar 2025 en la Diócesis, “Peregrinos de la Esperanza,’ y a su vez celebramos la fiesta de la Sagrada Familia.

El Jubileo de la Esperanza es sin duda una gran oportunidad para redescubrir el regalo y la gracia de la Esperanza en la vida doméstica y familiar. Se nos brinda la oportunidad de abrir puertas de esperanza en nuestras familias.

Se me ocurre que podemos abrir la puerta de nuestro corazón, aunque tengamos que engrasarla y empujar un poco para abrirla de par en par y que entre aire fresco que se lleve los sinsabores, el resentimiento, el rencor y la queja acumulados y abriremos también  la puerta de las sonrisas, para sonreír a quien está triste, para iluminar días grises, desvelos, dolores, duelos; podemos abrir la puerta del perdón con aquellos que nos hicieron daño, con los que se nos endureció el corazón y se nos congelaron las palabras; podemos abrir la puerta  de la compañía y el encuentro para dedicar tiempo a quien está solo o enfermo, tomando un café, dando un paseo, teniendo una charla sin prisa; podemos abrir la puerta de mirar y hablar bonito y con amor a nuestra familia, mirarlos de modo apreciativo y poniendo en valor sus virtudes, fomentando y elogiando su dones; podemos abrir la puerta del cuidado, la generosidad y la solidaridad.

Además, podemos abrir la puerta de nuestras casas, de nuestras familias, de nuestras Iglesias domésticas a Jesús que en muchas ocasiones le hemos dado un portazo y lo hemos dejado tirado en la calle. Este Jubileo nos invita a hacerle un hueco en nuestra casa y sentarlo en nuestra mesa.

Este Jubileo en el día de la Sagrada familia nos invita a regalar amor a nuestra familia, y a regalarnos el amor de la familia, nos invita a restaurar la confianza y a vivir sin límite la alegría de la Esperanza. Feliz Jubileo.