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25 de noviembre de 2018

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]B[/fusion_dropcap]ajo el lema “¿Y tú qué dices? Di basta. Nadie Sin Hogar”, Cáritas lanza el mensaje de que acabar con el sinhogarismo es posible, es imprescindible y es urgente. Hoy, domingo 25 de noviembre, se celebra el Día de las Personas sin Hogar, y Cáritas Diocesana de Albacete llevaba a cabo el pasado jueves una acción de sensibilización en la Plaza de la Constitución con el objetivo de decir basta a las situaciones de vulneración de derechos, de invisibilidad, de sufrimiento, de vivir en la calle, de inseguridad, de agresiones, de no poder acceder a una vivienda y, en definitiva, de no tener hogar.

En esta edición, la campaña lanza el mensaje de que toda persona ha de vivir con dignidad, de que debemos de vivir en una sociedad justa, comprometida, acogedora e inclusiva que ponga en el centro a la persona, que se comprometa con el ejercicio de sus derechos, que vea las potencialidades y fortalezas de las personas y no solo sus carencias, que ponga en valor a las personas y su dignidad.

Desde esta campaña se acentúa la necesidad de aprender a mirar a las personas sin hogar con las que cada día nos cruzamos, entendiendo su situación como una vulneración de derechos humanos. Impulsar los espacios de trabajo en red y coordinación, para ser más eficaces en el acompañamiento a las personas sin hogar, reivindicar una información más cercana a la realidad de las personas en situación de sin hogar, alejándose de miradas estereotipadas o sensacionalistas, incorporando la vulneración de derechos. Y por supuesto se reclama el diseño de políticas públicas reales que garanticen el acceso a los derechos, en especial, impulsar medidas de fomento del alquiler social y ampliación del parque de viviendas.

150 personas acompañadas

Durante 2017, Cáritas Diocesana de Albacete atendió en la provincia a cerca de 150 personas a las que prestó atención inicial, alojamiento, o bien la cobertura de sus necesidades más básicas. En la provincia se realiza a través de las Cáritas Interparroquiales de Caudete, La Roda, Almansa, Villarrobledo y Hellín. En la capital se trabaja con personas sin hogar a través del taller ocupacional de baja exigencia puesto en marcha junto al Ayuntamiento de Albacete y mediante el programa Café Calor en el que voluntarios de la Institución acompañan a personas que están en la calle.

Cáritas apuesta por la centralidad absoluta de las personas en situación de sin hogar. Es urgente abordar su problemática con una mirada de derechos de manera integral, interrelacionados entre sí y no incidiendo solamente en uno concreto. Esto significa que debemos defender todos los derechos juntos, a la vez, todos los días, en todas partes, porque los derechos no son regalos, sino que son inherentes al ser humano.

Derechos de la Infancia

Esta semana se ha celebrado el Día universal de los Derechos de la Infancia. Y en este marco Cáritas Europa emplaza a la UE a mostrar su valor añadido en la lucha contra la pobreza infantil y familiar invirtiendo en la infancia.

En España, la infancia es uno de los colectivos más desprotegidos en nuestra sociedad. Según el avance de datos de la última encuesta FOESSA, el 23% de los menores de edad en nuestro país se encuentran en situación de exclusión social, lo cual implica que casi una cuarta parte de nuestra infancia está desarrollándose en un contexto de carencia o necesidad.

Contar o no con menores a cargo en el hogar puede marcar la diferencia entre la exclusión y la integración, ya que en el actual escenario el 21% de los hogares con menores a cargo se encuentran en situación de exclusión (ante el 16% en los hogares sin menores). Esta cifra se eleva hasta el 28% cuando se trata de un hogar monoparental y al 33% si hablamos de familias numerosas.

Esta situación, aseguran desde Cáritas, nos habla de la falta de garantía de la efectividad de los derechos humanos y de la insuficiente dedicación de las políticas sociales dirigidas a la infancia en particular y a la familia en general. Ello genera situaciones de pobreza de niños, niñas y familias que se alargan en el tiempo, y que en ocasiones continúan incluso cuando los niños y niñas crecen y constituyen su propio hogar.

Con todo, lo que más preocupa en la infancia y adolescencia en España son los elevados niveles de desigualdad.