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13 de noviembre de 2016

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Este domingo celebramos el Día de la Iglesia Diocesana con el lema, “Somos una gran familia CONTIGO”. Un día que tiene como objetivo ayudarnos a sentirnos un poco más familia, un poco más diócesis.

La Diócesis de Albacete fue creada el 2 de Noviembre de 1949,  tiene una extensión de 14.925Kilometros. Eclesiásticamente es la 5ª Diócesis de España en extensión, y civilmente la 9ª provincia en dimensiones.

En nuestra diócesis hay muchas historias y todas gracias a tu ayuda.

Como la de los 1.492 catequistas que llevan a cabo en la Diócesis de Albacete la acción evangelizadora y misionera de la Iglesia. Marian Uceda es catequista en Osa de Montiel

“Soy catequista porque he tenido la necesidad de enseñar el mensaje del Evangelio. Continúo esta gran tarea por la falta de fe que se puede ver en nuestra sociedad y creo que Jesús me llama para continuar su labor. Dentro de la comunidad cristiana de nuestro pueblo las catequistas somos un pilar importante en la transmisión de la fe. Es una satisfacción para mí cuando niños y jóvenes van a misa, y aún más cuan-do reciben los sacramentos de Eucaristía y Confirmación”.

Hay temas que están de permanente actualidad dentro de las actividades de la Iglesia. Uno de ellos es la labor educativa que ofrece la Iglesia a todo el conjunto de la sociedad a través de la clase de religión. Eloina Tercero es una de las profesoras.

“Es hacerles descubrir un Dios Padre que les ama. La educación aporta elementos para que el alumno se conozca a sí mismo, sea libre y responsable, y respete a otros. La relación es diferente, se sinceran, te cuentan sus problemas y estamos ahí para ayudarles a solucionar lo que les preocupa”.

Pero la labor educativa va más ya de las aulas. Porque también tenemos jóvenes que acompañan y educan en el tiempo libre a otros jóvenes como lo hace Jesús Martínez monitor del Centro Juvenil Fiesta del Árbol.

“Acompaño a los jóvenes como monitor porque me hace feliz ver como ellos crecen tanto personal como espiritualmente siempre con una sonrisa y dejándonos claro que somos ejemplo a seguir. Lo hacemos siempre con el corazón y nunca pensando en el interés. Es una manera “diferente” de vivir la fe que tenemos hacia Jesús que es quien nos da fuerzas para seguir todos los días”.

El cuidado del patrimonio cultural supone una fuente de riqueza y un valor para toda la sociedad. Matías Marín es el párroco de Chinchilla

“Ofrecemos una iglesia de puertas abiertas, para dar a conocer nuestra fe a través de la arquitectura, escultura, pintura… todo en lenguaje sencillo para acercar la fe a todos los que nos visitan, cuidando y promocionando nuestro patrimonio cultural y religioso”.

Dentro de todo lo que lleva a cabo la Iglesia, una de las acciones más reconocidas es la labor social. En nuestra diócesis el año pasado fueron atendidas 10.781 personas. Josefina Ruescas está en el grupo de Cáritas de Fuensanta.

“Mi trabajo como voluntaria de Cáritas consiste en proponer y realizar acciones para llevar a cabo en la comunidad parroquial y en el pueblo, dinamizando posibles cambios y teniendo una visión crítica de la realidad que tenemos. Por todo ello me siento feliz”.

La labor social de la Iglesia tampoco se olvida de la atención a los enfermos en hospitales y en su domicilio. Socorro Vilchez pertenece al Instituto Secular Obreras de la Cruz.

“Salir al encuentro de los enfermos y familiares desde el respeto total, delicadeza y cariño. Crear clima de confianza al ir todos los días, siempre respetando la ideología. Encontrarse en el que sufre al Cristo vivo. Experiencia de vida fuerte, no das tanto como recibes. Valorando la vida como un auténtico regalo de Dios”.

En las actividades de la Iglesia se encuentra su acción pastoral que está muy unida también a la labor social y todo se hace con gran generosidad. 12.431 son los voluntarios y agentes con los que cuenta nuestra diócesis. Una de ellas es Conchi Tomás responsable del Comedor Social de la Institución Benéfica y voluntaria de la fraternidad de personas con discapacidad, FRATER.

“Con mi compromiso de voluntariado con discapacitados, acompañando a enfermos y en el comedor social me siento conectada con Dios y con los demás que son los que ayudan a aumentar mi fe y a formar parte de la Iglesia. Mis familiares también son voluntarios anónimos porque me apoyan siempre”.

La Liturgia, alabanza a Dios, es la fuente de todo el resto de acciones y actividades de la Iglesia católica. De aquí nace la inmensa labor social de la iglesia y todos los servicios que pueda prestar a la sociedad. La Diócesis de Albacete cuenta con 169 sacerdotes y 15 diáconos que en las 200 parroquias de la diócesis celebran los sacramentos y ofrecen ayuda, formación humana, apoyo espiritual en todos los momentos… Julián Ángel Mansilla es el párroco de Yeste.

“Celebrar es reunirme con otros cristianos y hacer una fiesta por algo que lo merece. Celebrar los sacramentos, o la Palabra, o un cumpleaños, o un entierro, o una bendición, o el día de la madre, o el día de la paz… es festejar de manera especial algo bueno que vivimos y disfrutamos cada día, para tomar mayor conciencia de ello y dar gracias a Dios. No celebro lo que no vivo, lo que no creo; sería un hipócrita. Y no celebro solo: me falta imaginación. Sí necesito la comunidad para celebrar, y nunca he exigido un quórum mínimo: en alguna ocasión he celebrado con un solo hermano cristiano. Y toda celebración auténtica siempre fortalece mi fe y la de mis hermanos participantes, nos acerca más a Jesús”.