
Ángel Cordovilla: «La teología es comprender la fe en un mundo que cambia»

Ángel Cordovilla: «La teología es comprender la fe en un mundo que cambia»
7 de diciembre de 2025
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Ángel Cordovilla Pérez, decano de Teología en la Universidad Pontificia Comillas, visitó Albacete para impartir una jornada de formación al clero diocesano. Conversamos con él sobre la misión actual de la teología y su importancia en una sociedad plural y secularizada.
La palabra teología suele generar distancia en muchos cristianos, que la perciben como algo complejo o inaccesible. ¿A qué crees que se debe?
Es cierto que la teología puede parecer difícil, pero en realidad es simplemente la comprensión racional de la fe. Dios nos ha creado con razón y con libertad, y por ello la fe necesita ser pensada. La teología atiente a esa necesidad. Es verdad que hay distintos niveles: el académico, propio de las facultades universitarias, y el formativo, dirigido al clero, al laicado y a la vida cristiana ordinaria.
En el ámbito universitario, ¿cuáles son hoy los focos principales de la reflexión teológica?
Diría que hay dos ámbitos esenciales. El primero es la reflexión sobre el estatuto científico y sapiencial de la teología, es decir, cómo dialoga con otras ciencias y cómo muestra la validez de su propia metodología. A menudo cuesta que se comprenda que la teología tiene algo que aportar en el contexto universitario. El segundo ámbito es la cuestión antropológica, que hoy es el centro del debate teológico: quién es el ser humano, cuál es su origen y su destino, y cómo se comprenden su identidad y su dignidad en diálogo con los debates actuales. Esto incluye cuestiones como las migraciones, el encuentro entre culturas, el diálogo sobre el género, el impacto de la tecnología o el transhumanismo.
¿Y qué aporta la teología a la sociedad en medio de esas preguntas?
Aporta una mirada específica, la que nace de la fe cristiana. Ante la pregunta fundamental “¿Qué es el ser humano?”, la teología responde desde Dios y desde la revelación, en diálogo con las ciencias naturales, humanas y sociales. La teología recuerda que el ser humano posee dignidad porque es querido por Dios y destinado a la plenitud. Me gusta volver al salmo que pregunta: «¿Quién es el hombre para que te acuerdes de él?». Es desde Dios desde donde la teología ilumina la identidad humana y su sentido profundo.
¿Cómo define la teología al ser humano?
Como criatura hecha a imagen de Dios, llamada a ser su interlocutora. Esto le confiere una dignidad absoluta que no depende de condiciones culturales, sociales o personales. Para la teología, cada ser humano está llamado a configurarse con Cristo, verdadera imagen de Dios. Además, entiende al hombre como una unidad de cuerpo y alma, dotado de libertad y conciencia, pero también marcado por la fragilidad, el sufrimiento y la pregunta por la muerte. La antropología cristiana mira todo esto desde un horizonte mayor: el origen divino del ser humano y su destino trascendente.
¿Cómo puede iluminar la teología la vida cotidiana de los laicos?
Principalmente a través de la formación. En una sociedad plural y secular, a los creyentes se les pide razones de su fe y de su esperanza. No basta con repetir fórmulas: es necesaria una comprensión profunda. De ahí la importancia de la formación teológica. En España existen numerosos espacios donde los laicos pueden formarse e incluso asumir un papel activo en la reflexión cristiana y en la transmisión de la fe.
En ese sentido, ¿qué papel juegan los centros de formación diocesanos?
Son fundamentales. Aunque probablemente se reduzca el número de facultades de teología universitarias por falta de alumnado y recursos, esto no disminuye la necesidad de centros formativos en cada diócesis. Cada diócesis debe contar con un espacio que sea un verdadero pulmón intelectual y espiritual, donde el laicado pueda recibir la formación teológica que hoy se vuelve indispensable.






