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23 de noviembre de 2013

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]n la clausura del Año de la Fe, el sábado día 23 de noviembre en la Iglesia Catedral de Albacete, nuestro obispo D. Ciriaco Benavente nos ha dicho que el encargo que recibimos todos y cada uno es éste que nos da el Señor mismo, único Salvador del mundo : “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación”,  en “la certeza de que el hombre en Cristo adquiere toda su plenitud y porque hemos recibido un regalo tan precioso que no lo podemos guardar para nosotros mismos”.

D. Ciriaco ha subrayado que la renovación de la fe que hemos hecho durante todo este año, ha de traducirse en todos y en cada uno en vivir la fe con obras y acciones concretas, que han de materializarse sobre todo en las parroquias en los tres campos que reclaman ser evangelizados, que están recogidos en el Plan Diocesano de Pastoral: los jóvenes, la familia y la caridad.

Y reclaman ser evangelizados, por los alarmantes datos de rupturas, desestructuración, sufrimiento y sin sentido de la vida, que asolan a los hombres y mujeres de hoy, a muchos jóvenes y muchas familias.

Concretamente, nuestro obispo nos invita en esta Navidad a ver la forma de compartir algo significativo con los pobres: “Vistamos el traje verdadero de la Navidad y hagamos de la mesa de la Eucaristía, mesa de fraternidad, donde judíos y romanos, esclavos y libres, se sentaban a la misma mesa, para seguir ofreciendo a nuestros hermanos un mensaje de luz y de esperanza”, nos dijo nuestro obispo, instándonos a que con la Virgen de los Llanos lo hagamos realidad.

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