«Es tiempo de inscribirse en catequesis», así lo manifiesta el delegado diocesano de Catequesis y Catecumenado en la Diócesis de Albacete, José Antonio Pérez. «Todas las parroquias ya tienen abiertas las inscripciones. También se está llevando a cabo una campaña desde la Conferencia Episcopal, con vídeos en redes sociales, porque observamos una ligera disminución en el número de inscripciones a la catequesis. A veces se debe a la desinformación y otras al desinterés, pero, al menos, que no sea por falta de información o de nuestra propuesta», expresa Pérez.

Cuestionado por los motivos de este descenso, José Antonio considera que parte de la responsabilidad recae en la percepción de la catequesis como una preparación exclusivamente para recibir un sacramento. “Y esto, a veces, genera desinterés en muchas personas”, explica. El delegado en la Diócesis define la catequesis como “un proceso de formación en la fe; recibir un sacramento o no hacerlo es algo secundario, sin restarle importancia, por supuesto, a los sacramentos. Pero la catequesis es, ante todo, un proceso de formación y de acercamiento a Dios a través de la enseñanza, la oración, la liturgia y todos los elementos que la componen. Hay que verla como un proceso paso a paso de formación humana y cristiana que puede ser muy beneficioso para el niño, el joven o el adulto en su vida cotidiana».

Preguntado por las razones para inscribirse en catequesis, José Antonio destaca que la formación que ofrece hoy la catequesis es “fundamental y básica para entenderse a uno mismo, para comprender la sociedad en la que vivimos, y para entender también la religión que practicamos”.

Sobre la catequesis en las diferentes etapas de la vida, Pérez añade: “Sí, ahora, de hecho, este año uno de los puntos fuertes en la Delegación de Catequesis y Catecumenado es potenciar la catequesis de adultos, ya que en nuestra diócesis es una realidad poco desarrollada. Se entiende más la catequesis para niños o jóvenes, pero no para adultos. Creo que también en la edad adulta es importante seguir formándose y mantener viva la experiencia de fe en todas las etapas de la vida”.

Por último, José Antonio invita a la gente a descubrir la aventura de ser catequista: “Es transmitir la fe a los más pequeños, jóvenes y adultos. Creo que es una tarea preciosa, en la que se entrega mucho; es dura, pero también se recibe mucho”.

Esta semana ha tenido lugar la Jornada Diocesana de Formación para Catequistas en la parroquia del Espíritu Santo. El tema central ha sido la oración, bajo el título: “LA ALEGRÍA DE ORAR. HACIA EL JUBILEO 2025”. Tres sesiones han girado en torno a este hilo conductor. El primer día, Ignacio Requena habló sobre la oración en la actualidad y presentó los materiales publicados como preparación para el próximo Jubileo. En la segunda sesión, Pedro López se centró en la oración como una historia de amistad, basándose en la experiencia de Santa Teresa de Jesús. Finalmente, el tercer día, Juan Molina profundizó en forma de orar de Jesús de Nazareth y en la importancia del Padre Nuestro en la oración.