Manuel de Diego Martín
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5 de septiembre de 2009
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Empieza la feria de Albacete. Un año más nuestra ciudad se viste de gala para hacer su apertura de fiestas con un impresionante desfile en el que se muestran las realidades folklóricas, sociales, culturales y artísticas de nuestra provincia. Pero lo más emotivo y entrañable de este desfile es que dentro de la cabalgata ferial camina también la Virgen de los Llanos, y en el corazón del recinto de la feria estará nuestra Señora presidiendo los festejos y alegrándose con la alegría de todos sus hijos durante todos estos días.
No se puede separar la feria de Albacete de la Virgen de los Llanos. Para honrar el nacimiento de la Virgen María, el día 8 de septiembre, nacieron todos estos festejos que van dando cuerpo e identidad a la feria. En este día se celebra la solemne misa pontifical presidida por el Sr. Obispo en honor de nuestra Madre del cielo. Un acto entrañable e inmensamente participativo es también la ofrenda de flores a María. Y como la guinda de la presencia de la Virgen en la feria está su imagen en el Camerino ferial como la gran reina de las fiestas, hasta el día en que se clausura la feria con una Eucaristía en aquel recinto para a continuación volver la Virgen a su casa.
Hay mucha gente, tanto de la ciudad como de los pueblos, que no conciben ir a la feria de Albacete sin pasarse por la Tómbola de Caritas para echar unas papeletas o sin acercarse al camerino de la Virgen para depositar unas plegarias. Tanto lo uno como lo otro es motivo de gran alegría al saber que todo ello es fruto de una vivencia de amor hacia los hermanos y de un amor entrañable hacia la Madre. Todo ello viene de una misma fuente, nos viene de la fe y el amor a Jesús de Nazaret.
Cuando hay mucha gente en nuestro tiempo que llevados de un laicismo radical desearían barrer de nuestros ambientes, de nuestras fiestas y ferias los símbolos religiosos, nos preguntamos ¿Qué pasaría sin montásemos la feria de Albacete sin tener en cuenta a la Virgen de los Llanos? Pues que el pueblo simple y llano no lo entendería. Pues si el pueblo como vulgarmente se dice es soberano, sepamos atenernos en esto y en otras muchas cosas para ver lo que sencillamente pide. Estar atentos a esto es la mejor manera de acertar para dar respuesta a sus peticiones y necesidades más hondas.
¡Que tengamos felices fiestas, bajo la mirada de la Virgen María de los Llanos!