28 de agosto de 2022
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Era el año 1502. Habíamos dejado atrás el S. XV, siglo de epidemias y pestes, al mismo tiempo qué tiempo de contiendas y luchas. En Castilla y en Alcaraz se empieza a respirar un periodo tranquilo de prosperidad social y económica.
La Iglesia arciprestal de la Santísima Trinidad de Alcaraz ya llevaba un siglo celebrando el culto y cobrando las rentas que producían sus terrenos rústicos. Se respiran aires de modernidad cultural y social y eso hace que sea un tiempo de modernización de las catedrales y los edificios religiosos.
Alcaraz en esta época es un feudo muy importante para Toledo, cuya catedral empieza a decorarse por Juan de Borgoña con estilos nuevos: colores cálidos y profundos, que junto al pan de oro les hace muy llamativos. Sus pinturas empiezan a llamar la atención en Europa y esta fiebre, dichosamente, llega a Alcaraz. Así, en dicho año se pretende cubrir los frescos que hacían de frontal en la iglesia de la Santísima Trinidad.
Se encarga a Juan de Borgoña una colección de ocho pinturas y veinte imágenes que formando una unidad constituyen el retablo. Seis cuadros de la Virgen con el Niño, pero ¿Quién ese Niño que va con una mujer vestida de azul? El que va a entregar su vida por amor para que todos aprendamos a vivir amando, cuadro del descendimiento de Jesús de la cruz, donde una mujer, también con manto azul recoge el cuerpo sin vida de su hijo, Jesús; y esta historia tan bella, de vida y de amor ¿dónde se celebra?, ¿Cómo se recuerda? En la Santa Misa, cuadro de la Misa de San Gregorio, en donde el crucificado y resucitado se aparecen en la consagración. De las 20 imágenes, cuatro también son de la Virgen María. Es un retablo mariano, es decir, dedicado a la Virgen. El resto son imágenes de apóstoles y mártires, que junto con la Virgen dan gloria y honor la Santísima Trinidad, a quién se consagró esta Parroquia un siglo atrás.
De él, de todo él, como formando una unidad, en una envoltura sumamente bella, cálida, acogedora, atractiva, llena de color y de vida, tan bella que, va trasforma el rostro de la iglesia. Del retablo sale un mensaje de amor, de ternura, de acogida, de misericordia para todos los que miran el retablo con los ojos de la fe, en donde parece que el cielo se junta con la tierra y que la tierra quiere mirar al cielo. No podía ser de otra manera, pues se ha descubierto en el Año Jubilar. Tenía que ser así, pues en el retablo aparece diez veces Ella, la Virgen, invocada aquí con el nombre de Cortes, y aparece llena de Luz, de Paz y de Vida en todas sus formas, dando ánimo y fuerzas a su pueblo, Alcaraz, en el Octavo centenario del aparecimiento de su imagen en la dehesa de encinas de Cortes. Por eso estamos de muy enhorabuena, después de la pandemia, con gozo, el pueblo de Alcaraz se dispone para recibirla a Ella, la Virgen de Cortes. y celebrar el novenario del VIII centenario.
El solemne acto de inauguración ha sido presidido por las autoridades eclesiásticas y civiles: El Sr. Obispo de Albacete, D. Ángel Fernández, que cerró el acto con la bendición del retablo recién restaurado, dando las gracias a la instituciones y a la comunidad de Alcaraz por abarcar esta impresionante tarea; El Delegado diocesano de Patrimonio, D. Luis Enrique; El párroco de la Santísima Trinidad que, presentó la dimensión religiosa del conjunto del retablo; El Delegado de Junta en Albacete, D. Pedro Antonio Ruíz Santos, que reconoció en nombre de la Junta el valor artístico y cultural del Retablo y tuvo palabras de gratitud para todos; El Sr. Alcalde de Alcaraz, D. Pedro Valero, que dio las gracias a las instituciones y al pueblo por su colaboración y representante de la Diputación.
Pablo Nieto, el restaurador, en nombre de Parteluz, presentó un magnífico video, muy didáctico, del impresionante proceso de restauración.
Todo el acto fue amenizado por un cuarteto de cámara, compuesto por: Paloma Gallego, Fuensanta Morcillo; José Miguel Soria y Javier Sáez, interpretando música sacra.