7 de septiembre de 2019

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Queridos albaceteños, un saludo cordial a todos.

Iniciamos el mes de septiembre y, con él, el comienzo de un nuevo curso pastoral en toda la diócesis: parroquias, instituciones, movimientos apostólicos y asociaciones, colegios, … etc. Hablar de septiembre en Albacete es hacer presentes con orgullo y alegría su Feria y su Virgen de Los Llanos. A este lugar emblemático de la ciudad es trasladada gozosa y solemnemente la imagen de Santa María de Los Llanos y, en este recinto, recibe el cariño, la alabanza, las ofrendas, las peticiones y súplicas, la devoción y nuestro agradecimiento como nuestra Madre querida en el cielo.

Ella nos acoge a todos, escucha nuestras palabras, recibe nuestros sentimientos y nos ayuda a entender su virginidad y maternidad divina, su cercanía y su ayuda y protección maternal desde el cielo.

La Feria de Albacete tiene un ambiente especial y un aroma agradable y profundo porque en el corazón de ella está la persona más importante, acogedora, auxiliadora y entrañable que conocemos y queremos: la Madre de Dios, Santa María de los Llanos, la Reina de Albacete y de su diócesis.

Os animo a aprovechar vuestras presencias en la Feria para acercaros unos instantes a la Capilla del recinto y expresar desde lo profundo del corazón vuestro cariño y agradecimiento a Nuestra Señora de Los Llanos, nuestra Madre del cielo, y para compartir con ella vuestras vivencias cristianas, ilusiones, esperanzas y necesidades.

Estad todos seguros de que ella nos escucha y nos alcanzará de su Hijo, Jesucristo, los “milagros” y las ayudas divinas que necesitamos, tanto nosotros como aquellas personas que la encomendamos confiadamente y que están pasando por momentos difíciles con sufrimientos y necesidades. Ella nos consolará y ayudará a todos, no lo dudéis, pues es nuestra Madre.

Con mi afecto y bendición.

+ Ángel Fernández Collado
Obispo de Albacete